sábado, 24 de diciembre de 2011

LA NOCHE BLANCA






Sólo están en vela
la nieve, la Luna y Pierrot.
París duerme y sueña.

Colombina en brazos del marqués se entrega
por una pulsera de oro
y un collar de perlas.

La señora Luna tranquila blanquea,
y en vano la llama
Pierrot, y la increpa...

Colombina duerme,
Colombina sueña
en el brazo blanco de Pierrot, desnudo.
mirar su pulsera...
en el cuello blanco de Pierrot, desnudo,
su collar de perlas.

Manuel Machado

jueves, 15 de diciembre de 2011

Sulfúrico




Si usted, lector, no lo ha sentido, nada tiene que hacer aquí y lo mejor para ambas partes sería que se retirara en el acto. Lo sé, es una frase engreída –por decir lo menos-, acaso poco conveniente para abrir una historia como la mía, tan tediosa y herrumbrada. Sepa usted que si soy crudo al hablar, si no hay poesía en mi voz, es porque el delirio ha hecho de mí su puta y como un cáncer se ha expandido en mi existencia el malestar de estar vivo a medias. Sepa usted que esto de ver el mundo a blanco y negro no es algo por lo que sienta orgullo de ningún tipo. Sepa usted, lector –es de usanza llamarle “amigo lector”; yo, claramente, no estoy para tales afectuosidades-, que si estoy aquí, escribiendo lo que digo, es porque martillar las teclas evita que mis manos se vayan de cabeza al gatillo del revólver.

Debo insistir, con una franqueza absoluta, que si usted no conoce la sensación, de nada servirán mis palabras: solo quienes conocemos el infierno sabemos exactamente qué tan alto está el termostato. Además –y sigue esta batucada de honestidad, como una marejada imparable-, el solo pensar que usted, a estas alturas del texto, siga aquí sin saber lo que yo siento día con día, grano de arena tras grano de arena, devora mis entrañas con las llamas de la envidia. Terrible, lo sé. Se lo repito, entonces: si usted no conoce este averno, lo envidio. Lo envidio.

Limpia ya mi conciencia, se me agotan las palabras introductorias, tan inútiles como torpes. Basta ya de perder el tiempo.

No sé cuándo comenzó. Solo llegó un día, sigiloso, escondido entre las sombras de la noche que se alarga cada día un poco más, hasta asentarse por completo. Así sucede siempre, por lo que he conseguido averiguar: hoy los ojos tardan un soplo más en cerrarse, mañana un tanto más. Un par de hojas de calendario más tarde, el sueño es un recuerdo distante, el descanso un chiste de mal gusto.

Las primeras veces no me preocupé, lo tomé a la ligera, lo atribuí al estrés y a la olla de presión en la que trabajo –aba, ¿aba?; ya no lo sé-. Sin embargo, con el discurrir de los días un pequeño temor se edificó en la corteza de mi sensatez. Lentamente, muy lentamente, comencé a percibir un ligero efecto de piezas de dominó apiladas sobre mi espalda y mis párpados. Poco a poco, mis horas de sueño se recortaban más y aún un trecho más.

Tomé píldoras, acudí a especialistas, le recé a dioses, le lloré a ex-amantes y supliqué a familiares. Todas las voces acudían a respuestas tan dispares como ridículas. Todas las probé, cambiando la inquietud por el desespero conforme los momentos de descanso se reducían. No había caso, no encontraba la llave para el cerrojo de mis párpados, mucho menos dejarme seducir por los alientos de Morfeo.

Pese a todo, mantenía una ligera esperanza, un no-sé-qué abierto a seguir siendo una parte activa de este teatro de títeres que llaman mundo. Por algún misterio idílico , tras mi media hora de sueño me levantaba, abría la ducha, me servía un par de tragos de jugo y llegaba al cubículo. El reloj se arrastraba más lento, cada día más lento. Frente al monitor, mis párpados como yunques, cubriendo a medias un par de canicas progresivamente rojas, resecas. Mi productividad se desplomó como un tronco añejo; los ruidos –y esto incluye, desde luego, las voces de cualquier ser humano- lastimaban mi cráneo con el estruendo de un taladro; lentamente me substraje a una realidad delimitada por mi ansiedad y mi creciente delirio.

Los paisajes dejaron de existir. Los colores también. Todo se hizo gris y áspero, y mis ojos se mancharon con sombras que ya no logro borrar. Las paredes de mi habitación fueron sustituidas por los muros de mi inconsciencia. La triste agonía del amanecer me persigue siempre, demarcada a sangre en el respaldo de mis párpados eternamente abiertos. El sulfúrico en mis pupilas sustituyó para siempre la mucosidad de unas lágrimas que nunca derramé.

El terror de ver la vida ir y venir y saberse ajeno a ella es tan grande que el lenguaje no ha logrado enfrascar su magnitud en el mediocre circo de las palabras. Es por ello que a usted, lector, le advertí. Si usted no conoce este abismo insomne, jamás podrá descifrarlo en mi dicción, porque no hay forma de que tal tortura pueda ser traspasada a los trazos exiguos de las letras.

Y sin embargo escribo. Hoy escribo mi historia, tediosa y herrumbrada, para entretener mis dedos. Mientras veo como la luz grisácea descubre una vez más este universo pálido e inunda mi habitación y mi cráneo, dedico mis minutos (unos tan idénticos a los anteriores, obsesivamente iguales) a traspasar mi historia a unas palabras sin alma ni vida como un testamento final porque, no sé, en la de menos me aburro de martillar las teclas y mis manos, tal vez sin quererlo, acaso sin saberlo, se vayan de cabeza al gatillo del revólver.




martes, 13 de diciembre de 2011

SONAMBULISMO





Un individuo sonámbulo puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa, mientras permanece inconsciente y sin probabilidad de comunicación (...)
Se cree, erróneamente, que el sonambulismo es la conversión, en el estado de vigilia, de los movimientos físicos que efectúa el individuo en las escenas que está realizando durante su ensoñación (véase sueño). Pero la realidad es que el sonambulismo se presenta durante las horas de la noche en las que aún no se ha presentado la etapa o fase de movimientos oculares rápidos (véase MOR o REM), que es aquella en la que sí suelen presentarse las imágenes oníricas.
Actividades como fingir el leer un libro, lavarse las manos, caminar etc. son las que pueden realizar. Contrario a la creencia popular, los sonámbulos no pueden realizar actividades que requieran de demasiado esfuerzo, ni siquiera hablar, solo pueden emitir sonidos sin sentido.
 Un mito que se maneja en el sonambulismo es que si se despiertan a mitad de su tarea en el sonambulismo la persona puede morir, esto es falso y es exactamente igual a que la persona despierte en su cama.
Los sonámbulos realizan sus actividades con los ojos abiertos de manera que pueden explorar sus alrededores, y no con sus ojos cerrados y sus brazos extendidos , como se los muestra a menudo en parodias de dibujos animados o películas. Las víctimas de esta afección pueden tener los ojos hacia arriba (debido a la adaptación natural del cuerpo a no recibir luz en el acto del dormir) y si son interrogados, el sujeto no responderá coherentemente, solo emitirá sonidos. 





sábado, 3 de diciembre de 2011

XI

Somos un poco nosotros mismos durante el sueño; el sopor del cuerpo no parece sino el despertar del alma. 
Representa la ligazón de los sentidos, pero también la libertad de la razón; nuestras concepciones, al despertar, no alcanzan a las fantasías de nuestro sueño.

Thomas Browne






"Vengo"




Soñé que tenía que actuar, tenía que interpretar el papel de alguien que no estaba muy bien de la cabeza y en la comedia había un policía y un grupo de gente que iba siendo arrestada. 
El último en ser arrestado sería yo.
El personaje se llamaba "Vengo", un hombre de mediana edad.
Yo improvisaba que cuando se ponía nervioso le temblaba mucho el labio de abajo o hacía un movimiento extraño con la nariz. Entonces iba ensayando esas morisquetas por los rincones antes de salir a escena, ensayaba junto con otros personajes, moviendo los rasgos faciales. 
Cada persona a la que justo le tocaba estar a mi lado y verme se ponía a reír, no aguantaba la risa.
En determinado momento, aparezco en el sueño con la cara de ese hombre pintada de verde, pero de manera automática, ni yo ni nadie me había maquillado. Quedé así de repente.
Ya tenía pensado improvisar que cuando el policía fuera a detenerme, lo distraería con algo; cuando él se diera vuelta le sacaría el arma y lo embocaría en un barril lleno de agua.
Nunca pude interpretar esa parte en el escenario, me desperté antes.
Pero lo que sí recuerdo es que quedó resonando el eco de una voz llamando aquel nombre: "Vengoooooo, Vengoooooo..."

martes, 29 de noviembre de 2011



X

En los sueños me he sentido muchas veces llevado por un extraño instinto que me impulsó a escribir.
Goethe




Telarañas




Mi hermano le estaba contando a mi madre el episodio de una película donde había un muchacho y una muchacha muy simpáticos. Ella se convierte en esqueleto y él le saca las arañas de encima, le saca los hilos, se los da junto con unas agujas y ella empieza a tejer.
En ese momento siento un sonido fuerte como el de un chillido de un mueble, y entonces me despierto. 
En realidad el sonido era el alarido de la gata de mi vecina que estaba en la azotea y parece que había pisado al animal.
Pero me quedé pensando en el sueño. Por supuesto, los sueños son sólo un conjunto de escenas sucesivas que se disparan de manera incoherente. 
Sin embargo, dentro de lo incoherente encierran un significado, porque lo del esqueleto de la mujer y las agujas de tejer que le dan... era como si él le suministrara herramientas para reconstituirla.
Y eso fue todo, amigos.
 La próxima vez espero que se me deje soñar un poco más (que no haya agentes externos que lo interfieran) así tengo una historia más larga que contar.

viernes, 25 de noviembre de 2011

IX


Cuanto más aptos somos para hacer consciente lo que es inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos.

Carl Gustav Jung




La casa





En una esquina unos muchachos sonrientes estaban como en pose, como cuando un grupo se quiere sacar una foto, y en el medio de ellos, había alguien parecido a Serrat (si no era él mismo).
Pero yo sabía, tenía conciencia en el sueño, de que la imagen de Serrat no era la actual, era la de antes.
Dejé la esquina y fui avanzando; me introduje en una casa vieja que se había usado como club para que la gente se divirtiera y viera espectáculos.
A partir de ahí me surge una intriga. Hace poco leí en Internet que en los sueños el pasado no existe; sólo existe el presente. Bueno, este sueño mío lo desmiente.
Yo tenía conciencia de que el Serrat que veía no era el mismo que el Serrat de ahora, y me daba cuenta de que aquella casa pertenecía al pasado, que no estaba más en el momento en que la recorría.
Entré y vi dibujos de personajes famosos del tango, trazos negros de sus caras hechos en el piso, el rostro de Gardel, cuadros con bocetos de parejas reconocidas colgados en el ángulo de la pared.
Me lamenté de no contar con una cámara para sacarle fotos a esos dibujos, porque entonces no podría llevarme la prueba de que pisé esa casa, un lugar que no existía más en el presente del sueño.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

Ondas Cerebrales





ONDAS BETHA: Originan un campo electromagnético con una frecuencia comprendida entre 13 y 30 Hz (vibraciones por segundo). Se registran cuando la persona se encuentra despierta y en plena actividad mental. Los sentidos se hallan volcados hacia el exterior, de manera que la irritación, inquietud y temores repentinos pueden acompañar este estado.

ONDAS ALFA: Tienen una frecuencia de 8 –12 Hz y están asociadas con estados de relajación. Se registran especialmente momentos antes de dormirse. Sus efectos característicos  son: relajación agradable, pensamientos tranquilos y despreocupados, optimismo y un sentimiento de integración de cuerpo y mente.

ONDAS THETA: Con una frecuencia de 4-7 hz., se producen durante el sueño (o en meditación profunda, entrenamiento autógeno, yoga...), mientras actúan las formaciones del subconsciente. Las características de este estado son: memoria plástica, mayor capacidad de aprendizaje, fantasía, imaginación e inspiración creativa.

ONDAS DELTA: Con una frecuencia de 1-3 Hz, surgen principalmente en el sueño profundo y muy raras veces se pueden experimentar estando despierto. Sus estados psíquicos correspondientes son el dormir sin sueños, el trance y la hipnosis profunda. Las ondas delta resultan de gran importancia en los procesos curativos y en el fortalecimiento del sistema inmunitario.



martes, 15 de noviembre de 2011

Hamacas









El movimiento suave de las hamacas nos ayuda a dormirnos más rápido y a alcanzar mayor profundidad del sueño que una cama, según se deduce de un estudio realizado por la Universidad de Ginebra (Suiza). “Desde hace tiempos inmemoriales mecemos a los niños para dormir, y caemos dormidos irresistiblemente en una mecedora”, explica Sophie Schwartz, que asegura que hasta ahora no se había encontrado una explicación neurocientífica a este fenómeno.
En su investigación, publicada en la revista Cell Biology, Schwartz y sus colegas invitaron a una docena de voluntarios adultos y sanos a dormir una siesta de 45 minutos en una cama “clásica”, y otra siesta en una cama en movimiento. Durante cada período de sueño midieron la actividad de su cerebro usando un encefalograma (EEG). Y observaron que en todos los casos había una diferencia importante en las ondas cerebrales. Concretamente, dormir con el balanceo propio de una hamaca aumenta las oscilaciones lentas y los ejes o husos del sueño, que sirven de transición entre el sueño ligero y profundo. Ambos registros están asociados con sueño profundo y una mayor consolidación de la memoria. Además, los individuos que generan más husos del sueño son capaces de tolerar mejor el ruido mientras duermen.
Durante el descanso con un movimiento de la cama, también aumentaba la duración de fase N2 del sueño, un tipo de movimiento de los ojos no-rápido que ocurre a mitad de una noche de sueño reparador. Además, más de la mitad de los participantes expresaron que en la cama tipo-hamaca la siesta había sido más placentera.
Ahora queda averiguar si el sueño en hamaca podría ayudar a tratar trastornos del sueño como el insomnio.






martes, 8 de noviembre de 2011



Vaporosos, inabarcables, 
las Tierras del Sueño yacen en despojos de Luz,
vacías como cáscaras de aire.
¡De mis fantasías se me permite


elegir un sueño y guiar su vuelo!
Conozco bien (y te conozco, doncella)
lo que tus sueños deben decirte esta noche.

[...]
Allí residen todas las fantasías de los poetas:
Las damas élficas bailan entre alados valles,
ahogados en ráfagas lastimeras;
allí se percibe el perfume, allí en círculos
gira la espuma desconcertada de los manantiales;
sirenas,
vientos mareados sobre sus cabellos, cantando.

Fragmento de "La Noche del Amor", de Dante Gabriel Rossetti




jueves, 3 de noviembre de 2011

Un sueño recurrente




De pequeño a los 3 años de edad, tuve por primera vez un sueño vívido, una pesadilla que llegué a entender sólo con el paso del tiempo, la cual generó un desenlace que me marcó para siempre.

En ese entonces, vivía con mis padres en una casa pegada a la de mis abuelos paternos la cual se conectaba entre sí por el fondo. El baño se situaba fuera de las dos casas más bien detrás de la nuestra y lo compartíamos con mis abuelos.
Esa noche, me acuestan en mi cama, me arropan y cuando me despierto estaba en brazos de mi madre que me miraba extrañada y sollozando. Fue hasta los 6 años de edad que cada tanto tenía estos episodios esporádicamente, y lo hablé con ella.

Le conté que había tenido un sueño... " estoy solo en nuestra casa, en la tarde, ya casi se estaba poniendo el sol, cuando decido salir al fondo a casa de mis abuelos... en la puerta del fondo de su casa hay un cartel que dice que salieron de paseo y vuelven en unas horas... intento salir por el fondo de las casas donde hay un portón de chapas y cuando llego al portón veo una silueta de negro con capucha (muy alta y oscura), por lo cual me asusto y comienzo a correr hacia atrás, mientras la imagen me avanza y yo me encierro en el pequeño baño de dos por dos, el cual tiene una puerta de madera y una pequeña ventanita.. Desde la cual veo la silueta que se pasea esperando a que yo salga... por lo que decido quedarme encerrado en el baño a esperar a que llegue alguien" luego de esto me despierto sudando y muy cansado.

Hasta acá es una de las tantas historias que se pueden escuchar, pero mi madre me despertó las incógnitas cuando me explica que en realidad, desde los tres años éste "sueño vivido" se lo cuento dormido, cada parte, cada paso que doy y es siempre igual,  y lo que más la impresiona es que desde los tres años yo le decía claramente que había un cartel y ella me preguntaba que decía el mismo y yo se lo leía en el sueño, obviamente después que me despertaba no sabía leer.
Lo más extraño de este sueño recurrente, casi catorce años después, nosotros ya no vivíamos con mis abuelos y yo ya no tenía más este sueño recurrente...sucede algo que nos marcó no solo por la situación sino también por el contexto.
Nos llaman a nuestra casa por teléfono y le comunican a mi mama que mi abuelo había fallecido, más precisamente le dio un infarto en su casa... Yo salí despavorido para constatar el tan doloroso hecho, tomé mi bicicleta y volé hasta la casa de mi abuela...cuando llegué estaba mi abuelo ya tendido fallecido en mi antigua cama...  comienzo a preguntar a mi abuela que había sucedido, y me contó..."nosotros estábamos por salir a pasear... te habíamos dejado una esquela por si venías, él fue al baño y dejó la puerta abierta y ya cuando lo encontré ....era tarde." ... leí la "esquela" que me dejaban y como no es de creer era la misma que veía en mis sueños. En ese momento, sentí impotencia por no advertirles de aquel sueño a ellos...   

Fuente: "Un sueño recurrente", publicado por Agustina Corvo (voces4.blosgspt.com)

MEDITACIÓN, RELAJACIÓN, TRANCE






lunes, 31 de octubre de 2011

Antoine de Saint - Exupèry





Como el principito se durmiera, lo tomé en mis brazos y volví a ponerme en camino. Estaba emocionado. Me parecía cargar un frágil tesoro. Me parecía también que no había nada más frágil sobre la Tierra. A la luz de la luna, miré su frente pálida, sus ojos cerrados, sus mechones de cabellos que temblaban al viento, y me dije: "Lo que veo aquí, es sólo una corteza. Lo más importante es invisible..."

Como sus labios entreabiertos esbozaran una media sonrisa, me dije aún: "Lo que me emociona tanto en este principito dormido es su fidelidad por una flor, es la imagen de una rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, aun cuando duerme..."





Transformación alquímica





En el espacio del sueño se produce la obra alquímica de transformación de los materiales de desecho de la existencia en el oro puro de la poesía. En síntesis, en una visión romántico-simbolista del mundo - que prevé una cierta relación con el paisaje,  tanto para Mutis como para Saint-John Perse - el sueño y la vigilia son dos mundos separados,  aunque estrechamente conectados,  tanto que uno remite al otro; y el acto poético nace de la transformación de los materiales existenciales residuales, operación posible en el  ámbito del sueño. 

Que a través del sueño, o en el estado de duermevela, sea posible acceder a las zonas más profundas de la psiquis y llegar a conocer así el aspecto más misterioso y revelador de la personalidad fue algo establecido por el psicoanálisis y que más tarde se iba a convertir en el campo de trabajo privilegiado por los surrealistas, quienes ocupan un lugar fundamental en la formación literaria de Mutis.

El primer poema publicado por Mutis, La creciente, propone en seguida,  aunque aún de manera  no consciente por parte del autor, su ars poética: en la noche, entre el sueño y la vigilia, el poeta se acerca al río y observa todos los materiales que la creciente arrastra, residuos, techos arrancados a las casas, animales muertos o enloquecidos de terror... 
Pero de esos mismos materiales, con la ayuda de la memoria que remite hacia la materia dichosa y fresca del pasado, nace, en una especie de transformación alquímica, la poesía:




Tras el agua de repente enriquecida con dones fecundísimos se va mi memoria.
Transito los lugares frecuentados por los adoradores del cedro balsámico,
recorro perfumes, casas abandonadas, hoteles visitados en la infancia, sucias estaciones de ferrocarril, salas de espera.
Todo llega a la tierra caliente empujado por las aguas del río que sigue creciendo: la alegría de los carboneros, el humo de los alambiques, la canción
de las tierras altas, la niebla que exorna los caminos, el vaho que despiden
los bueyes, la plena, rosada y prometedora ubre de las vacas.

LA PLAYA





MORFEO




Morfeo es el dios del sueño en la mitología griega, hijo de Hipnos y de Nix (noche) y hermano de Tánatos (la muerte). En castellano debemos la palabra morfina a este dios, e hipnotizar e hipnótico a su padre.


Era representado con alas que batía rápida y silenciosamente, permitiéndole ir volando velozmente a cualquier rincón de la Tierra. Morfeo se encargaba de inducir los sueños de quienes dormían y de adoptar una apariencia humana para aparecer en ellos, especialmente la de los seres queridos (de ahí su nombre), permitiendo a los mortales huir por un momento de las maquinaciones de los dioses.
Morfeo desempeña un papel importante en la historia de Ceice y Alcíone. En concreto, aparece en las obras de Homero y Ovidio. Este último cuenta en Las metamorfosis que Morfeo duerme en una cama de ébano en una cueva sutilmente iluminada, rodeado de flores de adormidera (que contienen alcaloides de efectos sedantes y narcóticos). También cuenta que mientras sus hermanos Fobetor y Fantaso eran responsables de los animales, los objetos inanimados, y apariciones de los sueños, Morfeo se centraba en los elementos humanos.

jueves, 27 de octubre de 2011




Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo.

William Shakespeare

Obra de Ficción





Lic. Marcela Dal Verme: Bueno, Dalí en el libro Dalí por Dalí le dice a Freud: Lo que Usted estudia, doctor, yo hace mucho que lo pinto.

Jorge Winocur: Sí, Freud decía que los artistas, los poetas, se suelen adelantar a los descubrimientos del psicoanálisis. Por otra parte está la influencia o confluencia del psicoanálisis con el movimiento surrealista. Magritte también tiene muchas cosas muy psicoanalíticas

Lic. Alicia Carrica: Vos tomabas lo que decía Freud el asombro que producía que cuando uno se despertaba no siguiera psicótico o recuperara la cordura y esto era muy freudiano, como si él no lo pudiera reconocer.

Jorge Winocur: Sí, por ejemplo, la escena del sueño, los elementos del sueño que trae Freud en el capítulo séptimo, en "La interpretación de los sueños", están contados, redescubiertos por Borges, de un modo muy similar, muy lindo.[...] cita a Góngora ,por ejemplo,dice :"El sueño (autor de representaciones) en su teatro, sobre el viento armado, sombras suele vestir de bulto bello". El sueño es una representación, y además, la cosa frágil evanescente del sueño, sobre el viento armado, es decir, sobre nada, sombras suele vestir de bulto bello, la realización de deseo y bueno, muchísimas frases... [...] Posiblemente la memoria de los sueños no se corresponda directamente con los sueños. Sir Thomas Brown creía que nuestra memoria de los sueños es más pobre que la espléndida realidad, la del sueño. Otros, en cambio, creen que mejoramos los sueños; si pensamos que el sueño es una obra de ficción, y yo creo que lo es, posiblemente sigamos fabulando en el momento de despertarnos y cuando después los contamos. 
(...)



Citando a un autor, dice que el soñador lo ve todo en el sueño de un solo vistazo. ¿Que sucede al despertar? Sucede que como estamos acostumbramos a la vida sucesiva, damos forma narrativa a nuestro sueño pero nuestro sueño ha sido múltiple y ha sido simultáneo, como cuando uno entra a un lugar y ve todo de un solo vistazo todo lo que hay, sin entrar en detalle, uno ve mucho más de lo que puede decir, [...] Si después tiene que contar todo lo que vio, lo tiene que contar en un proceso secundario, que es un proceso narrativo que lleva tiempo. Una cosa es el tiempo narrativo y otra es el momento instantáneo de ver una exposición pictórica, un cuadro o una serie de cuadros.

La cosa lúdica tiene, mismo tomar el sueño como la experiencia estética más primitiva, el arte de soñar, el juego con las representaciones.

"Para los poetas y los místicos no es imposible que toda la vigilia sea un sueño, esto lo dice de modo seco y lacónico Calderón: la vida es sueño, y ya con una imagen Shakespeare:
Estamos hechos de la misma madera, la misma tela, que nuestros sueños. Este soñador, que es el soñador tratándose de mí en este momento en una conferencia, está soñándolos a ustedes, está soñando esta sala y esta conferencia pero no es verdad. Cada uno de ustedes está soñando conmigo y con nosotros, fantástico, ¿no?"  "Tenemos esas dos imaginaciones, la de considerar que los sueños son parte de la vigilia, y la otra, la espléndida, la de los poetas, la de considerar que toda la vigilia es un sueño. No hay diferencia entre las dos materias, podemos estar despiertos, podemos dormir y soñar y nuestra actividad mental es la misma". Esto que Freud sostiene también de que la actividad mental es la misma, se expresa de otra manera, que el alma nunca duerme.



Origen - Construyendo el sueño



viernes, 21 de octubre de 2011

Deseos desatendidos y compensaciones oníricas




Existen sutiles observaciones sobre la actuación de factores oníricos latentes, como por ejemplo en Goethe 
( 12 de Marzo de 1828 ) : " Ha habido en mi vida épocas en las que me dormía con lagrimas aún en los ojos  pero en mis sueños llegaban a consolarme y hacerme feliz las más amables figuras, y a la mañana siguiente me levantaba contento y fortificado", en estas palabras encontramos la transformación del estado de ánimo por inversión de los afectos, obra de la elaboración onírica. (...)
La tendencia realizadora de deseos del sueño aparece expresada en la obra de Lenau, Savonarola, donde el protagonista sueña con las delicias del paraíso después de sufrir en su prisión la tortura del potro.




Sólo existen estudios aislados uno de los cuales es el de Ottakar Fischer, el material elegido para una investigación fueron los sueños de la obra de Gottfried Keller, titulada Enrique el Verde.
He aquí un fragmento de esta investigación :" El sueño revela al soñador (...)el contenido verdadero de sus deseos ocultos e inconfesables. Es en el sueño donde Enrique empieza a añorar su patria , pues en la vigilia no ha tenido tiempo para entregarse a sus sentimientos. Todo aquello que en el día permanece desatendido por el sujeto, pasa al primer termino en el sueño. Puede decirse que todos los sueños descritos en Enrique son sueños de añoranza. La novela se basa en las relaciones de madre - hijo, en el centro de los sueños de Enrique hallamos siempre el recuerdo de la madre y su deseo de volver junto a ella, pero también la vergüenza que le produce confesar estos pensamientos".
Antiguamente se pensaba que los mortales a quienes los dioses hacían objeto de su predilección recibían de ellos en el sueño los dones poéticos, así se creyó de Homero y Hesíodo. Esta idea prosiguió hasta le época de Wagner cuando escribió : " observar e interpretar nuestros propios sueños es obra de poeta. Creedme : el más verdadero delirio de un hombre es el que sus sueños les muestran ". Otras veces en vez de aparecer una relación sustitutiva entre el sueño y la poesía hallamos una relación estimulante y hasta una identidad, se incluyen aquí casos en los que versos o rimas surgidas en el sueño han demostrado tener un gran valor poético.


http://www.intersalud.net/articulos/kegevic.shtml

MIL ONIROS



En la mitología griega, los Oniros eran las mil personificaciones de los sueños. 
[... ]
Según Homero, los Oniros vivían en las oscuras playas del extremo occidental del Océano, en una caverna del Érebo. 
Los dioses les enviaban sueños a los mortales desde una de las dos puertas allí situadas: los sueños auténticos surgían de una puerta hecha de cuerno, mientras que los sueños falsos se abrían paso desde una puerta de marfil.

sábado, 15 de octubre de 2011

Dormir - Amado Nervo





¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios... Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.

El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad». Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras... Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:
hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)

Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas
que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.
¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.

El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso...

Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..
«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más...  ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...





domingo, 9 de octubre de 2011

IV

Los psiquiatras toman los sueños como raptos de delirio porque tienen todos los elementos de la locura.
Los sueños son alucinaciones, desde el momento en que uno cree que las cosas incoherentes que ve suceden realmente.



Fragmento de información sobre el fenómeno del sueño, extraído del video de You Tube - Redes: Las Pesadillas no son sueños. Documento Psicología - Luis Vallester


Testimonio de Borges

 Entrevista al escritor argentino Jorge Luis Borges (1993)
[ ] ¿No sufre de insomnio?

He sufrido mucho de insomnio y he escrito un cuento que refleja eso.

Por eso le preguntaba. Pensaba en "Funes el memorioso".

Ese cuento voy a contarle un detalle que quizá pueda interesarle. Yo padecía mucho de insomnio. Me acostaba y empezaba a imaginar. Me imaginaba la pieza, los libros en los estantes, los muebles, los patios. El jardín de la quinta de Adrogué, esto era en Adrogué. Imaginaba los eucaliptos, la verja, las diversas casas del pueblo, mi cuerpo tendido en la oscuridad. Y no podía dormir. De allí salió la idea de un individuo que tuviera una memoria infinita, que estuviera abrumado por su memoria, no pudiera olvidarse de nada, y por consiguiente, no pudiera dormirse. Pienso en una frase común, "recordarse", que es porque uno se olvidó de uno mismo y al despertarse se recuerda.
Y ahora viene un detalle casi psicoanalítico, cuando yo escribí ese cuento, se me acabó el insomnio. Como si hubiera encontrado un símbolo y me liberara de él mediante ese cuento.

Como si escribir el cuento hubiera tenido una consecuencia terapéutica.

Sí.






III

Las pesadillas más espantosas, las que son puro terror, con aceleración del pulso, sudor y el sentimiento de que te vas a morir, se producen en el sueño NO REM, Y NO SE ASOCIAN CON SUEÑOS.



Fragmento de información sobre el fenómeno del sueño, extraído del video de You Tube - Redes: Las Pesadillas no son sueños. Documento Psicología - Luis Vallester



II

Nadie dice que en los sueños no hay gusto, no hay olfato, ...pero siempre hay movimiento. ¿Lo sabías?




Fragmento de información sobre el fenómeno del sueño, extraído del video de You Tube - Redes: Las Pesadillas no son sueños. Documento Psicología - Luis Vallester

Pesadillas escritas

 A menudo me ocurre que convierto mis pesadillas en relatos. Es una de las experiencias literarias más complejas y difíciles, pero también de las más gratificantes. Es una forma de exorcismo: en la pesadilla hay una serie de símbolos y una moral, se trata de desvelarlos. Ya los escritores románticos alemanes habían descubierto que los sueños son una clase de escritura, la escritura del inconsciente.
En este libro hay un relato, 'Tsunami', que surgió de una pesadilla repetitiva, pocos días antes del atroz maremoto que destruyó ciudades enteras. He dejado de soñar con él, prueba del exorcismo que provoca la escritura.



Puesta de Sol






Si yo pudiera descansar
bajo las rojas y grises mantas de las nubes
y dormir
entre azules y blancas sábanas del cielo
no creo que me despertara
tan temprano como el Sol.


(Autor desconocido)

I

Parece ser que la propia naturaleza ha querido que no recordásemos los sueños, sea por supervivencia o no, gracias a este delirio nocturno, somos capaces de mantenernos cuerdos durante el día.




Fragmento de información sobre el fenómeno del sueño, extraído del video de You Tube - Redes: Las Pesadillas no son sueños. Documento Psicología - Luis Vallester