viernes, 25 de noviembre de 2011

La casa





En una esquina unos muchachos sonrientes estaban como en pose, como cuando un grupo se quiere sacar una foto, y en el medio de ellos, había alguien parecido a Serrat (si no era él mismo).
Pero yo sabía, tenía conciencia en el sueño, de que la imagen de Serrat no era la actual, era la de antes.
Dejé la esquina y fui avanzando; me introduje en una casa vieja que se había usado como club para que la gente se divirtiera y viera espectáculos.
A partir de ahí me surge una intriga. Hace poco leí en Internet que en los sueños el pasado no existe; sólo existe el presente. Bueno, este sueño mío lo desmiente.
Yo tenía conciencia de que el Serrat que veía no era el mismo que el Serrat de ahora, y me daba cuenta de que aquella casa pertenecía al pasado, que no estaba más en el momento en que la recorría.
Entré y vi dibujos de personajes famosos del tango, trazos negros de sus caras hechos en el piso, el rostro de Gardel, cuadros con bocetos de parejas reconocidas colgados en el ángulo de la pared.
Me lamenté de no contar con una cámara para sacarle fotos a esos dibujos, porque entonces no podría llevarme la prueba de que pisé esa casa, un lugar que no existía más en el presente del sueño.



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